Cuando los sentimientos y pensamientos de nuestra propia valía no cumplen con nuestras expectativas, es posible que estemos desarrollando una baja autoestima. Esta percepción negativa de nuestras capacidades y habilidades nos limita como personas y suele generar una profunda insatisfacción e infelicidad.
Sintomatología:
Ya que la autoestima es una valoración a nuestro concepto, la terapia esta enfocada en resignificar la percepción de nuestra persona a través de la potencialización de recursos más sanos y efectivos. Dándonos la oportunidad de ver y sentir una mejor versión de nuestra imagen hasta alcanzar la madurez psicológica necesaria para vivir de forma plena.
La fortaleza no está en aguantarse, sino en poder reconocer que necesitamos ayuda y buscarla.
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